Unos meses después de su lavado de cara, el buque insignia de Skoda también puede enchufarse al heredar la tecnología híbrida enchufable de su primo VW Passat GTE. ¿Qué produce la unión de las cualidades prácticas del primero con la potencia del segundo? ¿Una superbuena en el enchufe?
Gracias a sus numerosas e innegables cualidades, sobre todo a nivel práctico, el Skoda Superb ha conseguido abrir las puertas de las flotas de las empresas. Especialmente en su versión familiar, que ofrece un enorme espacio de carga. Pero con el endurecimiento de las normas que regulan la deducibilidad de los coches de empresa, llegó el momento de que el gran coche checo se pasara a la hibridación. En este caso, la hibridación enchufable para situar su certificación de CO2 muy por debajo de los 50 g/km, tanto en la berlina como en el familiar.
En su reconversión, el Superb adopta la cadena cinemática de su primo Passat GTE (¡con precios más moderados!). Bajo el capó del gran coche checo, hay un 1.4 TSI de 156 CV acoplado a un motor eléctrico de 85 kW (115 CV) a través de la caja de cambios DSG de 6 velocidades. La combinación desarrolla 218 CV y entrega hasta 400 Nm a las ruedas delanteras cuando es necesario. Por supuesto, este no es el objetivo principal del coche, pero de todos modos: esta caballería permite al gran turismo oriental mostrar prestaciones deportivas en ocasiones. Con, por ejemplo, un tiempo de 0 a 100 km/h de sólo 7,7 segundos.
Pero el corazón de la transformación del Superb en el Superb iV (el nuevo logotipo de los modelos electrificados del catálogo de Skoda) se encuentra en el suelo, justo delante del eje trasero. Aquí se encuentra la nueva batería de 13 kWh, que se introdujo en el Passat GTE durante su lavado de cara. La buena noticia es que su integración no altera el espacio interior del Superb (¡que sigue siendo real!) y no afecta fundamentalmente a su volumen de carga. Es cierto que, sobre el papel, el Superb y el Superb Combi pierden algunas plumas, ya que el maletero se queda en 485 litros y 510 litros, respectivamente. Pero en la práctica, lo que se condena es sobre todo la parte situada bajo el suelo. El resto del maletero sigue siendo utilizable sin tener que lidiar con un escalón o un umbral significativamente más alto (a diferencia del Ford Mondeo Clipper «simplemente» híbrido, por ejemplo). E incluso hay un pequeño espacio de almacenamiento bajo el suelo para guardar los cables de las conexiones.
En aras de la exhaustividad, cabe señalar que este injerto también reduce ligeramente el volumen del depósito de combustible. Esto puede afectar al radio de acción durante los viajes largos de verano… Pero en el Superb iV, sigue teniendo una capacidad de 50 litros. Esto deja un buen margen para el uso diario si te tomas la molestia de recargar la batería regularmente.
Los 10,4 kWh de potencia utilizable de esta batería hacen que el Superb iV pueda recorrer oficialmente 62 km en modo eléctrico según la norma WLTP. En la práctica, sin embargo, es mejor asumir unos 40 km. Durante nuestra breve prueba, el coche familiar recorrió los primeros 38 kilómetros de nuestra prueba (todo en autopista) en modo eléctrico. Por la tarde, pudimos recorrer algo más de cuarenta kilómetros al volante de una berlina, iniciando esta vez nuestro viaje en un entorno urbano con bastante tráfico. Cabe destacar que el motor eléctrico es más que suficiente para mover el Superb sin necesidad del motor de combustión.
La batería puede recargarse en unas cinco horas en un enchufe doméstico normal. Pero, por supuesto, es mejor recargar en un punto de carga adecuado. La carga completa se puede recuperar en 3,5 horas gracias al cargador de a bordo de 3,6 kW (Skoda no ofrece un cargador más potente como opción). Hay que tener en cuenta que el Superb iV también puede recargar su batería durante la conducción a través de su motor de combustión interna y, por supuesto, también recupera energía cinética (una posición «B» en la palanca permite reforzar la frenada regenerativa) al reducir la velocidad.
El Superb iV arranca por defecto en modo eléctrico. Sin embargo, dependiendo del viaje, puede cambiar al modo híbrido o incluso al modo deportivo si lo desea, señala el concesionario de coches ocasión Sant Boi de Llobregat Crestanevada. En cualquier caso, el Superb funciona de forma silenciosa, ya que incluso cuando el TSI está apoyando al motor eléctrico, éste permanece generalmente silencioso. Cuando el coche pasa al modo híbrido, una vez agotadas sus baterías, sigue favoreciendo al máximo la propulsión eléctrica, especialmente en los atascos. La interacción entre los dos motores sigue siendo discreta. El único inconveniente es que tardará un poco en adaptarse a modular eficazmente el pedal de freno (la transición entre la frenada regenerativa y la convencional es un poco antinatural).
Sin embargo, el consumo real puede permanecer contenido si se juega a la recarga periódica. Tras nuestra primera vuelta de algo menos de 100 km, el ordenador de a bordo mostró un consumo medio de 3,9 l/100 km. El segundo bucle fue más corto (60 km) y el consumo medio de combustible fue de sólo 2,4 l/100 km.
Esta versión híbrida enchufable conserva las numerosas cualidades prácticas del coche checo. Además, el Superb sigue siendo eficiente desde el punto de vista fiscal para los conductores profesionales gracias a su certificación de CO2/km de menos de 50 g/km, tanto en NEDC2 como en WLTP. También es una alternativa interesante para los conductores que buscan un vehículo híbrido enchufable… ¡y son alérgicos a los SUV!