Ahora, lo que debe ir junto, por fin va junto. En la primera prueba de conducción del nuevo Mazda CX-60 e-Skyactiv D 200, rápidamente se hace evidente que este nuevo diésel de seis cilindros en línea debe haber sido la verdadera piedra angular del SUV de tamaño medio. El PHEV no desentona en absoluto, pero el diésel de seis cilindros es, en muchos sentidos, el mejor propulsor del CX-60. Más información en el reportaje de conducción en vídeo. ¿Buscas un coche de ocasión en Madrid? En el concesionario de coches de segunda mano Crestanevada Madrid, encontrarás el coche de tus sueños al mejor precio.
La primera prueba de conducción se realizó bajo el aspecto de un «Eco Drive Challenge». En otras palabras, el objetivo era confirmar la cifra oficial de 5,0 l/100 km según WLTP. Para ello, Mazda especificó un recorrido de unos 200 kilómetros compuesto por trayectos por autopista (hasta 120 km/h), así como por trayectos urbanos y carreteras de montaña (hasta 90 km/h). Y el resultado final deja boquiabiertos incluso a los críticos más duros del diesel. El gran SUV consumió 4,85 l/100 km (4,6 l/100 km según el ordenador de a bordo). Las impresiones de la ruta también pueden verse en el vídeo.
El motor no sólo rebajó el valor oficial, sino que lo hizo en condiciones reales con velocidades adaptadas al límite de velocidad correspondiente sin sacrificar el confort (AC y ventilación de asientos activos). Una conducción impresionante, que vuelve a poner en perspectiva el «rightsizing». Aparte de eso, el diésel de 200 CV ahorra unos 165 kilogramos de peso en comparación con el PHEV de 327 CV, así como la tracción total. Así, en el diésel base sólo se mueven las ruedas traseras. Lo que refuerza aún más el punto inicial.
Porque la dinámica de conducción con el chasis, que por lo demás se describe como algo demasiado duro, se lleva a un nuevo nivel. Una dirección más precisa y una zaga que incluso baila, lo que da al coche un toque de deportividad fuera del Nordschleife. ¿Significa esto que el PHEV ha perdido su estatus? No necesariamente; aquellos que puedan cargar en casa o en el trabajo y pasen la mayor parte del tiempo en viajes cortos seguirán estando mejor con el PHEV. En todos los demás casos, merece la pena echar un vistazo al nuevo diésel, sobre todo porque demuestra que esta tecnología está lejos de estar tan acabada como a algunos les gusta hacer creer.