¿Te preparas para unas oposiciones y debes enfrentarte a un examen de desarrollo? ¡No tengas miedo! Desarrollar uno o varios temas por escrito es una buena oportunidad para deslumbrar a tus examinadores con tus conocimientos, cosa que es imposible de conseguir en un examen de tipo test o psicotécnico. Por eso mucha gente prefiere este tipo de exámenes, señala la Academia TEBA de oposiciones Guardia Civil Jáen. Pero para superarlos con éxito no basta con tener el temario bien aprendido. Te propongo doce consejos que te ayudarán a afrontar un examen de desarrollo y no morir en el intento:
- Es conveniente que redactes de forma ordenada y coherente. Para esto te recomiendo que una vez leída la pregunta hagas un esquema de todo lo que quieres argumentar y explicar en la redacción del tema en cuestión. Con las ideas principales, secundarias, definiciones… todo.
- Redacta de forma clara y concisa. Piensa que el examinador estará cansado de leer un montón de exámenes y es importante que le facilites el trabajo. Ves punto por punto siguiendo tu esquema. Debes redactar sin darle demasiadas vueltas a un mismo asunto, sin divagar, sin volver sobre ideas de las que ya hablaste anteriormente o dando ideas sueltas y no encadenadas… La confusión hace que el examinador desconfíe de tu preparación. El texto debe resultar comprensible, fácil, coherente y cómodo de leer. Utiliza, a ser posible, un lenguaje claro y preciso, con frases cortas y amenas.
- Intenta en la medida de lo posible hacer alusión a la ley donde se regule el concepto al que te estés refiriendo o pon algún ejemplo que aporte claridad y demuestre que sabes de lo que estás hablando. Esto hará que ganes credibilidad y des la sensación de que vas con el temario aprendido.
- Presenta bien tu redacción. Intenta mantener la misma separación en los bordes del folio (márgenes), con una letra legible y clara, de tamaño mediano, evitando tachones (aunque siempre habrán si no te dejan usar tipex ). Escribe sin torcer los renglones y si fuese necesario enumera los folios para que quede clara la ordenación de la redacción.
- El texto no ha de resultar monótono. No dudes en poner títulos, subtítulos, sangrías y enumeración de conceptos. Se trata de intentar que cuando el examinador eche un primer vistazo al examen sea capaz de pensar que sabes lo que llevas entre manos, que le sea agradable a la vista. Incluso puedes cambiar el tipo de letra en los puntos más importantes.
- Mantén un espaciado adecuado entre las palabras y los párrafos, ya que es fácil que la persona que corrija el examen haga anotaciones o subraye frases. Esto le facilitara mucho la tarea de poder valorar correctamente tu examen.
- Prohibidas las faltas de ortografía ;-). No solo dan muy mala imagen sino que en algunas convocatorias pueden ser motivo de que te anulen el examen.
- Es conveniente que una vez lo tengas todo redactado, repases bien el examen. No solamente las faltas ortográficas sino la coherencia entre los párrafos (la forma de enlazarlos). Que todo esté bien estructurado y no se pierda el hilo conductor. También debes contrastarlo con el esquema para supervisar si te has dejado algún punto importante.
- En el caso de que observes que hay frases que no quedan claras o que has dejado algún dato importante, te recomiendo que al final hagas un pequeño apartado de aclaraciones para el examinador.
- Hay que prepararse bien el examen. El mejor método de estudio para los exámenes de desarrollo consiste en hacer unos esquemas bien completos sobre las partes del temario. Con aclaraciones, ideas principales, ejemplos, sinónimos…
- Y aunque en estos exámenes suele haber tiempo suficiente, te recomiendo que practiques para coger agilidad a la hora de redactar. Te será útil para repartirte el tiempo y saber cuántos minutos debes dejarte para repasar el examen al final. Aconsejan una velocidad escrita de unas 12 a 18 caras de folio a la hora. No olvides controlar el reloj cada cierto tiempo.
- Por último, si por un casual no tienes tiempo para responder todas las preguntas o desarrollar todos los puntos de tu esquema, intenta al menos escribir el esquema o el planteamiento de cada una de ellas. Esperemos que el examinador lo tenga en cuenta a la hora de poner la nota… ¡Ánimo que la recompensa valdrá la pena!