Siempre deseosos de innovar, los holandeses de Rev’it! nos proponen nuevas botas muy técnicas que, si bien están destinadas principalmente a la aventura, son más polivalentes de lo que parece.
Con un precio de 350 euros, huelga decir que las botas Discovery Outdry se sitúan en el segmento de gama alta. Por este precio, esperamos un alto nivel de rendimiento y la última «tecnología a bordo»; dos criterios que las botas Rev’it! cumplen sin duda. Veámoslo más de cerca.
Muy técnico
El plan de Rev’it! es claro con la introducción de sus Discovery Outdry: están pensadas para ser botas de aventura, pero su versatilidad y buen aspecto deberían permitirles satisfacer las exigencias del uso diario y de turismo. Para conseguirlo, la marca no ha escatimado en gastos y, técnicamente hablando, sus nuevas botas están a la cabeza de la producción actual.
El peso de la Discovery Outdry la convierte en una bota de gama alta: 1040g por bota (en comparación, una Sidi Armada pesa 1270g), que es el peso de una bota vintage que no ofrece la misma seguridad, como la Stylmartin Legend. Después de sopesarlas, ya sabes a qué atenerte, pero es nada más sacarlas de la caja cuando las botas Discovery Outdry dan en el clavo: son preciosas y sus acabados, que mezclan piel plena flor, ante, cordura y goma en diferentes colores y texturas, resultan favorecedores a la vista. Si la parte superior fuera más corta, parecerían botas de montaña, que es lo que son cuando se meten debajo de los pantalones.
A continuación, dos características originales y patentadas elevan el nivel de tecnicidad:
– El proceso Outdry: El Discovery no tiene una membrana impermeable. En su lugar, la membrana se lamina con calor (de hecho, se cura con calor) sobre toda la superficie exterior de la bota. La ausencia de costuras selladas hace imposible que el agua se filtre y, como el agua se mantiene en el exterior, la bota nunca se encharca. Esto significa que la bota sigue siendo ligera de usar incluso con lluvia intensa continua y se seca muy rápidamente.
– El sistema Boa: al igual que el Outdry, permite un ahorro sustancial de peso al prescindir de cremalleras, solapas y costuras. Se trata de un sistema de lazada rápida controlado por un pomo situado en la espinilla. Tensa o afloja un fino cable de acero contenido en una funda de plástico para que la bota se ajuste lo más posible al cuerpo. También es inimaginable perder la bota en caso de caída.
Por lo demás, el conjunto de la suela -que en realidad se compone de 6 elementos superpuestos- ofrece un exterior que proporciona agarre (¡incluso en una moto deportiva!) y estabilidad, al tiempo que absorbe los impactos gracias a su densidad variable. En el interior, la plantilla es anatómica y dispone de una talonera especial estabilizadora y antichoque, muy útil en conducción TT.
En términos de seguridad pasiva, todo está presente en el tobillo (carcasa inyectada), la espinilla, la puntera y el talón (protecciones termoformadas). Además, todos los revestimientos exteriores están diseñados para ofrecer una gran resistencia a la abrasión. Por último, la seguridad activa se ve reforzada por zonas reflectantes en el tendón de Aquiles y también en el 90% de la circunferencia de la bota, justo por encima de la suela. Por supuesto, el interior tiene tratamiento antibacteriano y antiolor, y las tallas disponibles van de la 38 a la 47.
Estéticamente, el Discovery Outdry no tiene nada de clásico y queda muy bien; este compromiso plástico entre Adventure/Touring/Hiking da en el clavo y, repitámoslo, bajo los pantalones, tiene la ventaja de no parecer una moto ya que el refuerzo de TPU de la palanca de cambios es muy discreto.
No hay nada que decir sobre la seguridad porque, en las Discovery Outdry, te sientes protegido y sujeto como en una bota de carreras: la sensación es para nosotros la misma que en nuestras Sidi Vortice usadas en pista, es decir. La Boa es muy fácil de usar: se presiona el pomo para tensar el cable y ajustar la bota, y se tira de él para aflojarlo. Como el sistema se ha utilizado durante mucho tiempo en zapatillas de ciclismo o por otros fabricantes (Knox entre otros), podemos contar con su fiabilidad a largo plazo. También apreciamos la «lichette» trasera que permite tirar de la bota al ponérsela. En cambio, quitarse los zapatos requiere más esfuerzo.
La caña está a la misma altura que las botas touring de la competencia; Rev’it! no quería que la caña fuera tan alta como en motocross para ganar flexibilidad y estética, ya que probablemente habría desanimado a parte del público objetivo (excursionistas y pilotos diarios). Como de costumbre, probamos nuestro Discovery Outdry en una gran variedad de máquinas: trail, basic, sport y GT, pero también en ciudad y a pie. He aquí nuestras conclusiones:
-Trail y básico: perfecto, la bota se olvida y su agarre es perfecto en enduro.
-GT: muy bien; el único problema puede ser el grosor de la rueda Boa que hace que la bota toque el carenado inferior a la altura de la espinilla. Nada incómodo, pero la fricción podría acabar alterando la pintura de la moto.
Hacia delante, ¡la rueda Boa ocupa espacio!
– Deportivo: posible, pero la rigidez estructural del Discovery Outdry lo hace inadecuado para un uso deportivo, que requiere un tobillo más flexionado. Lo hicimos, pero la comodidad no es óptima, especialmente al cambiar de marcha.
– Ciudad y marcha: muy bien; sin problemas particulares salvo que la bota sigue rígida. La impermeabilización con una membrana exterior termolaminada no provoca sobrecalentamiento ni sudoración adicional. Es como cualquier otra bota de moto, salvo que éstas son más ligeras.
Las botas Discovery Outdry son perfectamente impermeables: incluso después de un día de lluvia intensa y 300 km de conducción, las botas Rev’it! se mantuvieron perfectamente impermeables. De hecho, el proceso Outdry evita que se encharquen y permite que se sequen muy rápidamente.
En definitiva, Rev’it! ha alcanzado los objetivos fijados por su pliego de condiciones: el Discovery Outdry es muy versátil, muy cualitativo y alcanza un alto nivel de seguridad pasiva. El inconveniente del Discovery Outdry, aparte de su elevado precio, es su rigidez, que no parece disminuir con el uso. Las botas no «ceden» cuando se llevan puestas, lo que resulta algo beneficioso a largo plazo o en las pistas rocosas de territorios exóticos. Por otro lado, esta falta de flexibilidad dificulta la conducción de una moto deportiva, puede ser restrictiva al caminar y significa que no puedes llevar las botas si tienes algún problema en el pie. En nuestro caso, la tendinitis en el tendón de Aquiles izquierdo fue rápidamente dolorosa debido a la tirantez de la Boa. Por supuesto, puedes aflojarlo, pero entonces pierdes en seguridad lo que ganas en comodidad. Todo compromiso tiene sus límites, parece… ¿Buscas una moto de ocasión? Encuéntralas todas en el concesionario de motos segunda mano Crestanevada.