El BMW L7 de Karl Lagerfeld goza de una reputación casi legendaria, y no sólo entre los amigos de la generación de la serie 7 E38. No es de extrañar: la berlina de lujo, ampliamente rediseñada según las ideas del mundialmente famoso diseñador, se eleva por encima de casi cualquier otro Serie 7, aunque sólo sea por su pintura, y es una delicia para los amantes de lo individual. Cuando un coche es tan exclusivo y noble, no hay mejor lugar para su presentación que el Concorso d’Eleganza Villa d’Este. Fue precisamente aquí donde el BMW L7 pudo verse en una alineación con otras variantes importantes de la serie del modelo, que fue responsable, entre otras cosas, del primer doce cilindros alemán de la posguerra y un poderoso signo de exclamación en la dirección de la competencia de Stuttgart. ¿Buscas una furgoneta de ocasión, visita el concesionario de furgonetas segunda mano Crestanevada.
El BMW L7 de la generación E38 también está propulsado por un motor V12, ya que se basa en el 750iL de 326 CV. En comparación con el Serie 7 normal, el L7 era 39 centímetros más largo, incluso 25 centímetros más que la versión de batalla larga. Una comparación con el BMW Serie 7 actual (G70) muestra lo grandes que se han vuelto los coches de hoy en día: La séptima generación de la berlina de lujo ya supera en dos centímetros a la L7 en su variante básica, y más adelante podría llegar una versión aún más larga para clientes con necesidades de espacio especialmente suntuosas. «
Además de su longitud, la pintura del BMW L7 de Karl Lagerfeld es especialmente impresionante: mientras que los modelos TwoTone actuales trabajan con dos colores claramente separados e incluso tienen una noble línea de carrocería, el diseñador de moda optó por una transición fluida entre los dos colores exclusivos. En la parte superior del L7 vemos el Nepal Silver Metallic, la parte inferior es de color Canyon Red. El acabado de pintura especial con una elegante transición entre los dos colores se denominó en su día «Art Watercolour».
El generoso espacio de la parte trasera también era especialmente agradable porque el BMW L7 podía equiparse con todo tipo de elementos de alta tecnología. Aunque una solución como la actual Theatre Screen en formato de 31 pulgadas y con resolución 8k estaba aún muy lejos, en el contexto de la época el teléfono de a bordo, un reproductor de VHS para un pequeño monitor entre los asientos traseros y un fax móvil eran ya el máximo lujo.